Los desafíos en el Canal de Suez ponen a prueba la cadena de suministro mundial

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Anualmente, más de 17,000 barcos atraviesan el canal ya que esta ruta proporciona a las compañías navieras una mayor eficiencia en sus itinerarios.

A partir del comienzo de la guerra entre Israel y Hamas, el Canal de Suez vuelve a acaparar titulares debido a los ataques de los hutíes, la milicia yemení respaldada por Irán, que ha impactado en varias embarcaciones cruzando el Mar Rojo. 

Este incidente ha llevado a gigantes navieros como MSC, Maersk, CMA CGM, Hapag-Lloyd, COSCO, OOCL, Evergreen Marine a suspender operaciones en el Canal de Suez y el corredor del Mar Rojo.

La importancia del Canal de Suez

La importancia del Canal de Suez es innegable, ya que hasta el 10% del tráfico mundial de mercancías depende de su correcto funcionamiento. La inestabilidad en la zona pone en jaque a la cadena de suministro global, generando un impacto en países importadores, que ya están sufriendo aumentos de precios en los mercados.

Varias navieras, por el momento, han optado por evitar cualquier tránsito en la zona y, en algunos casos, los barcos serán desviados por el Cabo de Buena Esperanza.

La crisis en el Mar Rojo

En estos momentos, las navieras se enfrentan a dos alternativas: asumir el riesgo de navegar por el Mar Rojo con un incremento de coste por parte de sus aseguradoras, o redirigir sus embarcaciones  hacia diferentes rutas.

Ambas opciones conllevan un aumento en las tarifas y demoras en las entregas, generando un sobrecoste que puede impactar a lo largo de toda la cadena de suministro.

Consecuencias del conflicto

Se avecina una crisis inminente en la cadena de suministros, dado que los buques programados para regresar de Europa y la costa este de Estados Unidos a Asia a través del Canal de Suez enfrentarán retrasos de dos a tres semanas. Este contratiempo coincidirá con la esperada alta demanda de carga en las semanas previas al Año Nuevo Chino. Se estima que las tarifas permanecerán elevadas hasta mediados de febrero debido a la escasez de espacio en los buques.

En respuesta a la situación, las navieras han comunicado recargos por temporada alta y tarifas base más elevadas. Este escenario indica una dinámica compleja en el comercio mundial, con consecuencias económicas y logísticas de considerable magnitud.