La gestión de inventario es crucial para una buena organización en el ámbito de la logística, para así mantener un orden y gestión de productos.
Hoy hablaremos de los dos métodos comunes de gestión logística, FIFO (First-In-First-Out) y LIFO (Last-in-First Out) para que así puedas identificar cuál de ellos es el idóneo para tu negocio.
¿Qué es sistema FIFO?
El método FIFO en un almacén, plantea que los productos que llegan primero a nuestros almacenes han de ser los primeros en salir de ellos, para así evitar que se deterioren o caduquen. Siendo así, un método excelente para que la mercancía no pierda valor.
Recuerda que, para hacer un buen uso de este método, es muy importante tener establecido un sistema de seguimiento para controlar el inventario.
Sus ventajas principales son:
Rotación eficiente y menor riesgo de caducidad.
Los productos más antiguos son movidos por el sistema por lo que se reduce la probabilidad de desperdicio.
Evaluación exacta de los costes.
¿Qué es el sistema LIFO?
Al contrario que el anterior, en este caso el método LIFO en un almacén, el último lote que entra en nuestro stock es el primero en salir. Es un método idóneo para cuando la rotación de stock no es un factor determinante. Es decir, aquellas mercancías que no tienen una fecha de caducidad programada a corto plazo.
De esta forma, conseguiremos aprovechar al máximo el espacio de nuestro almacén.
Sus ventajas principales son:
Ahorro de tiempo
Al poder almacenar los productos no perecederos en cuanto llegan, ganamos tiempo de gestión.
Económico
En caso de inflación, este sistema nos beneficia ya que puede mejorar de manera más exacta los costes actuales y protegernos contra el incremento del coste de los productos vendidos.
Además, las empresas pueden disminuir los impuestos a pagar, debido a que venden los productos más recientes primero, por lo que pueden reducir el valor de los inventarios en el balance.
En definitiva, la elección entre el método FIFO y LIFO en logística y en la cadena de suministro, dependerá de las circunstancias, tipo de producto y las necesidades específicas de rotación de inventario que tenga cada una.
Ambos métodos de gestión logística son perfectos para llevar una contabilidad óptima de los inventarios. Pero, requiere una constante revisión y control de las entradas y salidas en el almacén. Si lo llevamos al día, el éxito estará asegurado.
